Claudia Nohemy García Mejía, es egresada del Programa de Derecho de la Universidad del Cauca de 1995, Especialista en Derecho Procesal Penal de la Universidad Cooperativa Popayán, Especialista y Magíster en Criminalística y Ciencias Forenses de la Universidad Libre Seccional Cali. Desde hace 16 años es docente de Derecho Penal en la Facultad de Derecho Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad del Cauca, ocupó cargos administrativos como Secretaria General, y estuvo encargada de la Decanatura de La Facultad durante un extenso periodo, actualmente aparte de su cargo como docente, es Jefe del Departamento de Derecho Penal y Coordinadora del programa de Derecho nocturno.

Después de su graduación regresa a su ciudad natal (Cali) donde empezó su vida laboral en la rama judicial, trabajó durante dos años en los juzgados de esta ciudad, para después regresar nuevamente a Popayán y desempeñarse como Litigante, Representante y Defensora Penal en la Defensoría del Pueblo Regional Cauca.

Claudia llegó como docente a la Universidad del Cauca en el 2003 y al igual que muchos de sus colegas, no recibieron una educación normalista ni con bases en la pedagogía, “Aprendimos durante el ruedo” comenta. Sin embargo, la experiencia que su trabajo como Litigante le brindó durante las audiencias, el hecho de poder plantear un argumento representando a cualquiera de las partes que se involucran en un caso, le brindaron elementos que le facilitaron su desempeño como Docente. Además, ella resalta la importancia de poder complementar su trabajo con disciplinas que se encarguen específicamente en el tema de la educación.

Por otra parte para ella y sus compañeros docentes desde que empezó a regir el sistema acusatorio en el país, se le debe dar una gran importancia a la oralidad, la manera en como se expresan las ideas para que puedan ir de la mano con las asignaturas que forman parte del plan de estudios, como son la argumentación jurídica,  la hermenéutica jurídica, la filosofía del derecho que hacen que el estudiante pueda tener la capacidad de la argumentación, dándole sentido a la labor que el abogado desempeña.  Para Claudia lo vital es poder mostrar a sus estudiantes las competencias que se necesitan y poder enlazar las experiencias de los docentes para alimentar y nutrir su formación académica.

En su trabajo siempre está buscando formas que a ella desde su lado humano, le permitan acercarse a sus estudiantes para poder cambiar su “micro chip” como ella denomina al hecho de quedar atorados en su “zona de confort”, “los profesores a veces somos consejeros para los estudiantes, y estamos en el deber de saber escuchar y no juzgar” pues ella experimenta de alguna manera un grado de satisfacción cuando logra generar un vínculo que supera la relación estudiante-docente por qué sabe que de alguna manera esta aportando mucho más que algo académico, esta fortaleciendo las personalidades y brindando el apoyo que a veces los alumnos necesitan en su proceso educativo. 

Por: Luisa Burbano