Querer es poder
Martes, Febrero 22, 2022
Sofy Soraya Mosquera Motoa es abogada de la Universidad del Cauca, quien en su recorrido profesional ha ocupado diferentes cargos de la Rama Judicial. Conoce a continuación su historia.

Sofy Soraya Mosquera Motoa se graduó del Programa de Derecho de la Universidad del Cauca en el año 1999. Ella junto a sus dos hermanas, también egresadas de la misma Alma Mater, crecieron en el municipio del Darién, ubicado en el Valle del Cauca. “En mi familia éramos tres hermanas, por lo que teníamos claro que debíamos estudiar en una universidad pública, no había recursos universidades privadas”, explica Sofy sobre su situación después de terminar el bachillerato.

Comenta que por aquella época pensaba estudiar Odontología, como la mayoría en ese momento, por lo que decidió presentarse a la Universidad del Valle, confiada en que ingresaría tras sus buenos resultados en las pruebas ICFES; sin embargo, debido a la gran cantidad de personas que se inscribieron, no fue seleccionada, “en ese momento no sabía qué hacer, porque yo estaba absolutamente segura”; fue su papá quien le aconsejó estudiar Derecho en la Universidad del Cauca, aprovechando que su hermana mayor ya se encontraba en Popayán cursando Medicina.

Finalmente se inclinó por el programa de Derecho, después también de considerar Ingeniería Civil. En su época de estudiante de pregrado se enamoró de la carrera; por ello manifiesta: “estoy muy feliz de ser abogada, tuve una bonita experiencia en la Universidad del Cauca”.

Después de graduarse vivió siete años más en Popayán, periodo en el cual trabajó, se casó y tuvo su primer hijo; recordando con gran aprecio a la Universidad y también a la ciudad de Popayán, su arquitectura, su gente y muchas grandes experiencias. De su periodo como estudiante recuerda que fue parte del salón de los “jurásicos”, “éramos muy pocos los jóvenes, la mayoría eran señores, trabajadores, con mucha experiencia” explica Sofy, con cariño sobre sus compañeros. De sus profesores menciona que le enseñaron mucho, a todos los recuerda y los tiene siempre presentes, pero especialmente al Doctor Samuel Ernesto Constaín, quien fue su maestro, mentor y jefe.

“Cuando terminé de estudiar, el doctor Samuel Constaín me llamó a trabajar en su oficina. Ahí laboré por un año. Él me pagaba unos honorarios y me decía: ‘usted me va a quedar debiendo’ y a fe que es verdad. No me alcanzaría la vida para pagarle todo lo que me enseñó”, explica Sofy, dejando en evidencia lo agradecida que se siente con su profesor, con quien trabajó y forjó una gran amistad. Cumplido su ciclo con el prestigioso abogado, decidió junto a compañeros recién egresados, abrir una oficina donde estuvieron litigando por un tiempo, trabajando en equipo.

También compartió oficina con el Doctor Franklin Fajardo, docente de la Universidad del Cauca, a quien guarda respeto y aprecio. Fue el Doctor Constaín quien le sugirió que presentara su hoja de vida a la Universidad, “así fue como la institución que me instruyó, también me abrió las puertas para el ejercicio profesional. Empecé como docente de catedra de Contratos Civiles. Trabajé seis años en la Universidad. Una muy bonita experiencia donde ya no estaba como estudiante, sino que era la profesora, aunque seguía aprendiendo mucho de mis maestros como colegas, uno no deja de verlos como sus profesores” recuerda ella, agregando que en ese periodo presentó dos concursos para ser docente de planta, siendo seleccionada en la segunda oportunidad.

Hasta el momento es especialista en Derecho Financiero, Familia, Comercial, Administrativo y Constitucional, de diferentes instituciones de Educación Superior. En el 2004, se presentó y fue seleccionada en el concurso de la Rama Judicial para juez, por tanto, en el año 2006 dejó la Universidad del Cauca para desempeñarse en el cargo de Juez Civil Municipal en Santander de Quilichao.

En Santander de Quilichao estuvo 5 años como juez municipal; después, presentó otro concurso en la Rama judicial y fue seleccionada para ser Juez del Circuito y Magistrada. Trabajó en Caloto, Silvia y Puerto Tejada, una experiencia enriquecedora y a veces difícil por el orden público de la región. En el año 2015 fue nombrada en Manizales, ciudad donde se encuentra radicada actualmente.

“Pertenezco al Tribunal Superior del Distrito de Manizales, como Magistrada de la Sala Civil Familia” afirma Sofy, explicando que en todos los departamentos hay por lo menos un Tribual, que en este caso está conformado por tres salas: Penal, Laboral y Civil Familia.

De su experiencia profesional y académica reflexiona que “querer es poder, nada va a ser fácil, pero si se quiere y si se lo propone, se alcanza” complementando que “con esfuerzo, disciplina y conservando los valores personales, se puede salir adelante y lograr los propósitos personales”. También menciona que se siente muy orgullosa de ser egresada de la Universidad del Cauca, porque es una institución de mucho prestigio, que se ha sostenido a pesar de las dificultades, brindado oportunidades para los jóvenes y la gente de la región, “Yo me siento supremamente orgullosa y agradecida con la Universidad del Cauca” agrega.

Finalmente invita a cada uno, desde su espacio y quehacer, para que continúen propendiendo porque las universidades oficiales se sostengan en su calidad y naturaleza pública, en beneficio de la juventud colombiana que tanto las necesita.

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